La asertividad es una conducta equilibrada que respeta los pensamientos y creencias de otras personas, a la vez que se defienden los propios por lo que es un pilar fundamental para desarrollar una buena autoestima.
Una de las razones más frecuentes por la que no nos atrevemos a hacer críticas es “catastrofizar” acerca de cómo reaccionará la otra persona cuando le expresemos una crítica. Habitualmente, creemos que se enfadará, le haremos daño, dejará de ser nuestro amigo, cambiará la imagen que tiene de nosotros…
Es cierto que a nadie le gusta recibir una crítica, y es cierto también que la posibilidad de que el interlocutor reaccione mal ante la crítica existe. Pero también es cierto que, si expresamos una crítica asertiva honesta (que por definición es constructiva, no destructiva), las probabilidades de reacción negativa son muy escasas.