La tristeza es una emoción que todos, en mayor o menor medida, conocemos y hemos experimentado. Lo habitual es que podamos gestionar el malestar que nos ocasiona utilizando distintas estrategias o herramientas como, por ejemplo, ver una película, una serie o un documental que nos gusta en Netflix o HBO, dejarnos sorprender por una lista de reproducción que nos recomiende Spotify mientras paseamos, salir con los amigos, pasar un día en familia, practicar tu deporte favorito, empezar a leer aquel libro que tienes en tu mesita de noche acumulando polvo,…
Pero cuando sentimos que nada o nadie puede animarnos, nos damos cuenta que hemos perdido la ilusión por actividades con las que antes disfrutábamos, no nos apetece socializar, hemos perdido el apetito o nos cuesta dormir las horas que antes dormías, puede ser hora de buscar ayuda.