¿Por qué es tan importante la consciencia? Porque, para todas las especies animales que la poseemos, es el instrumento básico de supervivencia. En lo típicamente humano, entendemos la consciencia como la capacidad de formación de conceptos y de pensamiento abstracto al que, a menudo, le damos el nombre de mente.
Como seres humanos tenemos la capacidad de buscar la consciencia o de no hacerlo (o evitarlo activamente). Y, esta capacidad de dirigirnos por nosotros mismos, en ocasiones, supone una carga.
Porque, si no presentamos un adecuado nivel de consciencia a nuestras actividades, si no vivimos de manera consciente, el precio que pagamos por ello es mermar el sentido de nuestra eficacia personal y el respeto por nosotros mismos/as.
“La autoestima es la reputación que llegamos a tener para con nosotros mismos/as.”
Diariamente realizamos muchas decisiones sobre pensar y no pensar, ser responsables de nuestra realidad o no y, así, a lo largo del tiempo formamos un sentido del tipo de personas que somos.
Por ello, si empezamos a dedicar tiempo a estas pequeñas decisiones estaremos trabajando en ser más eficaces y, por lo tanto, a subir nuestra autoestima.